La
exposición de la Sábana Santa de
Turín, del 19 de abril al 24 de junio de 2015, dará prioridad a los jóvenes y
los enfermos, incorporando por primera vez un sistema de acogida similar al de
Lourdes.
Pocas
semanas después de su elección, el Papa Francisco invitaba a contemplarla «con una
mirada de plegaria», y también a «dejarse mirar por ese rostro de ojos cerrados
que misteriosamente nos mira y, en el silencio, nos habla».
Como
en el 2010 acudieron a visitar el lienzo dos millones y medio de personas, esta
vez se añadirán turnos de noche,
sobre todo para los jóvenes. La gran afluencia de peregrinos obliga a requerir
estrictamente una reserva,
obligatoria y gratuita.
El Papa Francisco anunció personalmente en la audiencia
general del miércoles que «el próximo 21 de junio iré en peregrinación a Turín para venerar la Sábana Santa y honrar
a San Juan Bosco en el segundo centenario de su nacimiento».
Poco
después, el arzobispo de Turín, Cesare Nosiglia, anunciaba en el Vaticano que
esta exposición dará prioridad a
los jóvenes y a los enfermos, «para los que se pondrán a disposición 70 camas
en dos hospitales cercanos a la catedral, siguiendo el modelo de acogida de
Lourdes». En esa línea de atención al dolor, los donativos de los peregrinos no
se destinarán a las necesidades de la diócesis, sino a crear una residencia
para enfermos terminales.
El
deseo de ver «el rostro que comunica una gran paz», en palabras del Papa
Francisco, atrae siempre multitudes, y Turín cuenta ya con 3.500 voluntarios para la acogida a los peregrinos.
El
arzobispo Nosiglia subrayó que «habrá un servicio
de confesiones en los principales idiomas de
modo que, después de la visita, los peregrinos que lo deseen puedan recibir el
sacramento de la penitencia junto a la catedral».
Para
evitar el debilitamiento de la imagen a consecuencia de la luz, las
exposiciones de la Sabana Santa serán probablemente cada vez más
espaciadas. La del 2015 es la tercera del siglo XXI, después de las celebradas
en el año 2000, con motivo del Gran Jubileo, y en el 2010.
En esta última pudieron
verse los resultados del trabajo de conservación realizado en 2002, que incluyó
la retirada de los remiendos aplicados por las clarisas de Chambery después del
incendio de 1532 y la limpieza de los restos de tejido quemado. Por eso tiene
ahora un aspecto mas blanquecino.
Desde
el año 2000, la Sabana Santa ya
no se conserva enrollada como era
habitual, sino extendida y en una atmósfera de gas inerte dentro de un
contenedor trasparente de alta tecnología de seguridad, fabricado por la
empresa aeroespacial Alenia. Tanto san Juan
Pablo II como Benedicto XVI acudieron a venerar el lienzo,
propiedad de la Santa Sede desde 1984 por herencia del rey Humberto II de
Saboya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario