Walt Kowalski, un veterano de la guerra de Corea, es un
obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su
máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro, un coche Gran Torino de
1972.Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar
los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de
multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin embargo las circunstancias
harán que se vea obligado a replantearse sus ideas.
Aprovechando el tiempo litúrgico en el que nos encontramos (la Pascua de Resurrección) podemos buscar puntos de similitud con esta película.
En esta película podemos ver el cambio de ideales de Walt, el protagonista, su pensamiento cambia, se vuelve más justo y protege a los más indefensos, en este caso sus vecinos asiáticos, los protege frente a las bandas y los grupos callejeros, les da formación y trabajo, los aleja de los malos caminos y de las bandas.
La protección y el amor de Walt llegan hasta tal punto de dar la vida por salvar y mejorar la vida de Thao y su familia. En el testamento, Walt entrega a Thao su bien más preciado, su Gran Torino de 1972, de este modo nunca lo olvidaran y sabrán todo lo que hizo por salvarlos.
Todo esto puede ser ligeramente comparado con la vida de Jesús, que dio la vida para salvarnos y protegernos a todos nosotros. Jesús también nos dejo algo tras su muerte, el Espíritu Santo, para recordar todo lo que hizo y darnos valor para seguir su ejemplo.
Aprovechando el tiempo litúrgico en el que nos encontramos (la Pascua de Resurrección) podemos buscar puntos de similitud con esta película.
En esta película podemos ver el cambio de ideales de Walt, el protagonista, su pensamiento cambia, se vuelve más justo y protege a los más indefensos, en este caso sus vecinos asiáticos, los protege frente a las bandas y los grupos callejeros, les da formación y trabajo, los aleja de los malos caminos y de las bandas.
La protección y el amor de Walt llegan hasta tal punto de dar la vida por salvar y mejorar la vida de Thao y su familia. En el testamento, Walt entrega a Thao su bien más preciado, su Gran Torino de 1972, de este modo nunca lo olvidaran y sabrán todo lo que hizo por salvarlos.
Todo esto puede ser ligeramente comparado con la vida de Jesús, que dio la vida para salvarnos y protegernos a todos nosotros. Jesús también nos dejo algo tras su muerte, el Espíritu Santo, para recordar todo lo que hizo y darnos valor para seguir su ejemplo.